EL TIEMPO

Cada comienzo es un final, así que empezaremos por el principio, como se comienzan todos los finales. Un comienzo para poder pasar página, que con seguridad, antes o más tarde, volveremos a leer. Los olvidos y abandonos lo que tienen es que nos traen a la memoria quien somos y que podemos recordar. El olvido es el recuerdo de lo que no se quiso quedar; lo que queda vegetando sin molestar, pero avisando de que estar, está. Y sino al tiempo. Ni doctor ni herida, ni relojes ni desiertos. El tiempo es Maldonado y es Bergson. La distancia más estrecha entre dos puntos. Tu palabra. Mi deseo. El estar juntos sin estar. 


ME HAS ECHADO EN EL ABANDONO

No quedan miedos. La pantalla en blanco no es el folio. La pantalla está llena de herramientas, dibujitos, cacharritos y ruido. Así que no queda espacio para el pavor ni motivo ni razón....solo este martes que sabe a viernes llueve y hace tranquilidad. Tampoco venimos a saludar. Llegamos tarde a casi todas las fiestas, pero alargamos las noches hasta hacerlas días completos. Sin salidas ni puestas de sol. Miramos el horizonte al que otras tardes nos asomábamos con disfrute de cosquilleo y polillas en el estómago. Ellas veían una luz y se escapaban....casi siempre de noche, en servicios públicos y rara vez sobre sábanas. Es curioso hacer una cata y descubrir que nunca hemos dejado huesos. Eso es porque somos blandos tendentes a rodearnos de cariño adiposo del bueno, del que no se va....del que, en el peor de los casos, nos abandona un rato. Volvimos la mirada al Facebook y vimos maravillas.....por eso nos lavamos la cara al dormir y te llamamos por téléfono.