TAPAT22, POR AMOR AL ARTE


En ABC aparece una verdadera declaración de intenciones...algunas salvajes, la mayoría confesables. Excelente labor de Inés Martín Rodrigo.
FOTO de VICTORIA VERDIER
Aquí está la miel....en el enlace la esencia.


INÉS MARTÍN RODRIGO. Los caminos de la inspiración son inescrutables. Un artista puede escuchar la llamada de las musas en los más inhóspitos lugares, desde puestas de sol a un profundo sueño... o en la mismísima (y fría) consulta de un dermatólogo. Éste último es el caso diagnosticado de Tapat22, un colectivo artístico que presume de no tener artistas entre sus miembros y cuyo objetivo es romper con el «yo» del artista, «que en su egoísmo obligatorio a lo más que llega es a permitirse una colectiva».
«Se trata de pasar del yo al nosotros». «Todo surgió hace dos años en la fría sala de espera de un dermatólogo. Empezamos a pensar cómo dar calidez y adornar las paredes e hicimos diseños en acrílico». Seis cabezas pensantes (bastante) poco relacionadas con el mundo del arte convencional y dispuestas a remover las encorsetadas conciencias de propios y galeristas. «Una de las críticas esenciales es que siempre que visitas una galería te miran como si fueses a robar, no es un lugar muy ameno y queremos romper con esa frialdad. Perseguimos acercar el arte, en nuestra particular manifestación, a quien no acostumbra a visitar galerías y, muy excepcionalmente, algún museo»,