RECREACIONES IV

Es absurdo recomendar las entradas anteriores, pero lo hacemos

Mirar ni es una habilidad especial ni un don. Si sumamos y dejamos el resultado al sol, hasta que aparezca la calidad, sabremos: que miles de miradas repetidas dejan el gusto del chocolate puro tras la impresión; cuantos menos se dispongan a mirar y repetir ese gesto más posibilidades; millones de miradas diferentes solo asegura que el objeto está o estaba bien colocado; las miradas de creación dejan el poso del tuétano de plomo. ASÍ QUE SEGUIMOS.