Obviamente esto no es una historia de yonkis, ni un refuerzo visual a la canción melódico-sentimiental, que ha tenido en Julio y en el camarero del local donde Pollito se arranca por esas rumbas que tanto "los" gustan, sus valedores. La verdad es que esto puede ser un cuento de príncipes encantados y moscas cojoneras; una versión de tanto fue el cántaro a la fuente; la lechera con ínfulas; los terrarios con ínsulas o una historia de amor sin matices...."tanto la quería" que tardé en deglutirla dos horas y ¿quientas noches? (Sabina siempre ha sido un exagerado...solo le queremos por sus enumeraciones).
¿Me vás a comer?....me muero de ganas
....y se la comió en ese escenario donde la lubricidad es el todo. Con alas y a lo loco, sin besos.....No somos ranas, porque nunca seremos príncipes, nunca heredaremos coronas porque nada puede asentar sobre nuestras cabezas científicas, metódicas, melódicas y de anca ancha, anca de rey de....imposibles pantalones de pitillo que nos abrazan desde los escaparates.......y queremos pasar los ratos contigo en lugares secos, donde podamos comernos y pedir un trago.


Ponte las piernas de listas y topos y te trataré como una reina.....o si no, también.
Sí, puedo doblar la apuesta que cantaban Esclarecidos....apostar, la cosa es apostar.
Nos tomaremos un gin tonic aromático con todas las porquerías que decidan en el Casino.

Desde Suiza con amor, porque cabe el amor en Suiza...ellas retratadas por Nacho Contreras. Ellas, que como nuestros sentimientos, no tienen nombre. Ellas que mugen como las demás pero con acento alemán; ellas que coquetean en flor....como nos gusta encontrar.....agachate y vuelvete a agachar que cualquier día nos verás.
Adobada tanta flor con el viejo mundo (bulerías) que Jorge Pardo dispara con la cordialidad nerviosa de quien sabe que así sí.
Para los que quieren descubrir lo que dejan las tierras suizas......que suenen el HANG , instrumento manufacturado en Berna idóneo para reflexivos con poco que pensar; percusionistas de viernes y cencerreros cultos.