Cómo nos vemos nosotros y cómo nos ven los demás por lo general suele diferir, ya sea poco o bastante. Incluso a veces nosotros mismos llegamos a vernos, a mirarnos, y a no reconocernos. Al menos a no reconocer a ese yo que pensamos que es único en nosotros y que para nada lo es.
Quien dijo que las segundas partes nunca fueron buenas? Eso no es así.
Quien dijo que las segundas partes nunca fueron buenas? Eso no es así.