POR LOS CERROS TIBETANOS

De las discusiones que jamás asolaron el Imperio Austro-Hungaro (Austrúngaro) está la de la "mirada de reojo". Así planteada parece imperfecta, y lo es. Por eso hay que mentir y reír, reír y mentir en los porcentajes saludables para el yo y el alrededor. Recogemos el tema, ahora que el mapamundi se acumula sobre esta mesa y nuestros pistoleros y pistoleras ofrecen al orbe retablos desprotegidos, ayunos de barroco, color de frente y con los ojos bien abiertos. Nos hubiera gustado completar estas muestras con caricias, pero somos meros esclavos del catalejo y las noches al raso. Seguimos buscando las paredes vírgenes para alumbrar en formato grande....antes de alumbrar habrá que....exponer, que es exponerse....y Onán pide en un portal. Dejen los buzones abiertos...a veces llegan maravillas Bárbaras, a golpe de piano, en blanco y negro, en flequillo y francés, ojos afilados en Cleopatra ex de Hollywood ...pero esto son otras canciones....o la misma (tiriririri....pour un....regarde moi.....), o quizá "Si la photo est bonne", aunque esta sí que es otra historia, curiosidades y curiosas.


En el mismo sentido. R.C. para Tapat22

Vestidos de domingo, o lunes R.C. para Tapat22

NOTA: muchos han dicho antes eso de "cuando quiera lo dejo". Si has llegado hasta aquí, o partes desde aquí...eso va a ser sencillamente imposible. Añade a la ristra de vicios el de mirar para ver, el de querer aunque duela. Solo (ésa RAE) nos podemos comprometer a darte compañía, merienda cena, conversaciones crecederas, una carta escrita por las dos caras, una moneda sin cruz, una procesión sin santo y tantos besos como necesites. Aquí o en el Tibet.