UN PASEO POR EL TIBET

Estoy sentado ahora en un café
y mi alma late late
de sed de no sé qué
tal vez de chocolate
(Carlos Edmundo de Ory)


Volvemos a sentarnos. Hemos estado en el Tibet, en Nueva York, hartos a tiempo parcial, pero dispuestos a aparecernos a los pastorcillos y gentes de mirada. Iremos dosificando las ventanas para seguir construyendo estos edificios de luz. Después de un disco y muchos kilómetros, después de mirar y escribir solo para tí, de guardarnos los besos y disparar a ráfagas hasta el dolor, después del pues ...efectivamente SI. . Ahora buscamos paredes de buen parecer dispuestas a ser maquilladas con rostros y grises, o a sus hermanas pequeñas, para dar color y hacer sobre su adolescente pintura plástica un mural de manzanas y peras.

Homenaje tibetano a Úrculo. R.C para Tapat22